Esta tecnología de ondas de choque, de última generación, consiste en la aplicación de ondas acústicas que impactan sobre el tejido mediante presión produciendo la rotura de los nódulos de grasa que son los responsables de la celulitis y la apariencia de la piel de naranja. A través de las vibraciones, se consiguen tres efectos simultáneos que favorecen no solo la reducción del adipocito sino también la tonificación de la zona tratada: aumenta el flujo sanguíneo; estimula el metabolismo y, por lo tanto, acelera el proceso de eliminación de residuos; y, reactiva la producción de colágeno y elastina mejorando la firmeza y textura de la piel.
El tratamiento completo de ondas de choque consigue reducir los signos visibles de la celulitis de grado I, II y III con un efecto reductor, moldeador y reafirmante.
El tiempo de recuperación es inmediato y cuenta con todos los avales técnicos y científicos. Aparte no causa ningún tipo de dolor y la paciente puede hacer vida normal al salir de la clínica estética.
Su efectividad está más que comprobada en cualquier disciplina, incluyendo la médica y la estética. Aunque como dato curioso, hay que destacar que los usos y efectos de las ondas de choque siguen avanzando y aún existen investigaciones al respecto. Además, nuestros dispositivos de última generación con los que realizamos el tratamiento están obtenidos resultados extraordinarios.